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domingo, 27 de septiembre de 2009

DESENTRAÑANDO SECRETOS DE FAMILIA - Artículos

Bert Hellinger entrevistado sobre las Constelaciones Familiares, su método fenomenológico de hacer psicoterapia sistémica.
Por Humberto del Pozo en Santiago de Chile, Septiembre de 1999.

¿Qué es la psiquis familiar?
Hemos observado, al trabajar con la familia, que sus miembros son dirigidos por un principio o fuerza en común, y yo llamo a eso una conciencia familiar. Podemos observar que un número circunscrito de personas son sujeto de fuerzas inconscientes que los llevan a comportarse de una cierta manera. Por ejemplo, si en una familia, un miembro de ella ha sido excluido u olvidado, digamos un niño que murió a temprana edad, y ya no se le cuenta entre sus hermanos, entonces más tarde dentro de la familia, ya en la siguiente generación, otro miembro de ella asume la misma suerte de ese niño. Esa persona entonces quiere morir, sin que nadie sepa por qué.
Y hacemos una Constelación Familiar. Esto significa que en un grupo, una persona se centra en sí misma y selecciona a representantes para los miembros de su familia –incluyendo a alguien para sí mismo- y los sitúa en un espacio unos en relación a los otros, siguiendo a su propia intuición. Y tan pronto como las personas han asumido su lugar, sienten como las personas a las que representan, sin siquiera conocerlas. Así, por medio de la Constelación Familiar, obtenemos una representación de lo que realmente está sucediendo en la familia.

¿Cómo es la terapia que usted hace entonces para las conductas inconscientes que mencionó?
Digamos que en este ejemplo, la persona selecciona representantes para su padre, madre, sus hermanos y una para si mismo. Luego las ubica en el espacio, y todas quedan mirando en una misma dirección. Eso es muy extraño, así que cuando lo vemos sabemos inmediatamente que alguien ha sido olvidado o excluido. Entonces repentinamente recuerdan: “¡Oh, sí! ... hubo una hermana que nació discapacitada y murió luego de tres meses...” Entonces yo selecciono a una representante para la hija fallecida y la sitúo frente a los demás. Y todos se sienten aliviados porque ahora ella puede ser incluida, y otro niño que se ha enfermado, por ejemplo, de diabetes, tiene ahora probabilidades mucho mayores de enfrentar esa enfermedad en forma positiva.

He visto que usted requiere de muy poca información del cliente antes de pedirle que configure su Constelación Familiar. ¿Es eso suficiente, cómo es posible?
Sí, puesto que esta percepción emerge con mayor facilidad si uno pregunta por la información más esencial, y si eso se hace sólo justo antes de configurar la constelación, no antes.
Las preguntas esenciales son:
1. ¿Quién pertenece a la familia?
2. ¿Hay niños fallecidos durante el embarazo, o alguno que murió temprano? ¿Ha habido alguien con una suerte difícil en la familia, por ejemplo alguien discapacitado en algún sentido?
3. ¿Estuvo alguno de los padres o abuelos casado o comprometido en una relación anterior, o involucrado en una relación significativa antes de su actual matrimonio?
Cualquier pregunta adicional estorba la apertura a la información fenomenológica que emerge. Esto es verdad tanto para el terapeuta como para los representantes. Es también el motivo por el cual el terapeuta renuncia a cualquier conversación previa con el cliente o a un cuestionario extenso. Además, es mejor si el cliente permanece en silencio durante la constelación, y que los representantes se abstengan de hacerle cualquier pregunta al cliente.

¿Cómo ocurre que una persona es escogida, en su familia, para representar a una persona excluida?
La fuerza que opera seleccionando a alguien para representar a la persona excluida es la conciencia familiar, y es inconsciente. Usted lo ve por sus efectos. Esta conciencia familiar sigue ciertas leyes. Una de ellas es que cada miembro de una familia tiene un derecho equivalente al de los demás a formar parte del sistema. Ahora, si un miembro es olvidado o excluido ya no pertenece. Entonces la conciencia familiar tiene una tendencia a completar la familia. Ésta es una de las leyes. Y podemos de hecho ver, por sus efectos, qué miembro de la familia es sujeto de ella y quiénes no. Sólo ciertos miembros de la familia son afectados y pueden estar embrollados en la suerte de otros miembros de la familia.

¿Es la familia la que escoge a esa persona o es la persona la que escoge ser un representante del pasado?
Ni uno ni lo otro. Es el alma de la familia o la conciencia de la familia la que coge a esa persona. Y no hay nadie culpable de estar escogiendo a alguien. Es una fuerza que requiere que alguien lo haga, y el más débil –con frecuencia- es quien lo toma sobre sí.
Si es un niño, es con frecuencia el más joven quien lo asume. El que menos puede resistir estas fuerzas. Pero no quiero hacer de esto una generalización. Lo he observado con frecuencia, pero también sucede que sea el primero que nace, con mucha frecuencia es él; lo que sí es siempre alguien en una posición más débil quien carga con ello.

¿A quiénes incluye la conciencia familiar?
La conciencia familiar abarca un número circunscrito de personas:
1. los niños, incluídos los fallecidos durante el embarazo y aquellos que murieron temprano,
2. los padres y sus hermanos,
3. los abuelos,
4. a veces, los bisabuelos o uno de los bisabuelos, y a veces incluso ancestros que vienen de más atrás.
Y, lo que parece muy extraño, gente que no son parientes pertenecen a la conciencia familiar también:
5. todos – y esto es muy importante – los que hicieron lugar en ventaja de los miembros ya mencionados. Esto incluye, en particular, a parejas anteriores de los padres o de los abuelos, así como también todos aquellos cuya mala fortuna o muerte trajo a la familia una ventaja o ganancia.
6. víctimas de la violencia o el asesinato por parte de cualquier miembro de la familia.

¿Puede compartir algunas de sus experiencias con ex-parejas?
Sí, experiencias que tuve recientemente con personas que sufrieron una pérdida en favor de alguien de la familia. Por ejemplo, la ex-esposa del padre, de la que él se separó. La nueva esposa tiene una ventaja porque la otra sufrió una pérdida; así, la primera esposa pertenece a la familia. Y ella siempre será representada. Ésta es una de las leyes de las que no he visto nunca una excepción, ella será representada por un hijo o una hija del segundo matrimonio. Así, por ejemplo, una de las hijas de la segunda esposa repentinamente sentirá como la primera esposa. Se enfurece con su padre y nadie sabe por qué. Esto es nuevamente el resultado de la conciencia familiar. Esto es la conciencia familiar.

¿Cómo trabaja en una Constelación Familiar con tales asuntos?
La constelación familiar muestra el estado de la familia, dónde se encuentra el problema. En el caso que acabo de mencionar a modo de ejemplo, yo introduciría en el sistema familiar a una representante de la primera esposa. Y entonces, el hombre, su ex-esposo, le mira y le dice: “Siento haberte herido. Te honro como mi primera esposa”. Y la segunda esposa le dice: “Tu eres la primera, yo soy la segunda. Y por favor, sé amable si conservo a mi esposo, y por favor, mira con buenos ojos a mis hijos”. Y entonces la hija que representaba a la ex-esposa ya no necesita hacerlo y puede decirle a la mujer que representa ... esto es a la ex-esposa de su padre en la Constelación: “Yo soy hija de mi padre y de mi madre”. Y puede decirle al padre: “Tú eres mi Papá, yo sólo soy tu hija. No tengo nada que ver con tu ex-esposa”. En tales casos, la hija también se convierte en rival de su madre porque su padre la ve como su primera esposa. Ahora puede decirle a su madre: “Tú eres mi madre, yo soy tu hija, por favor, sé amable.”
He observado que en casos como éste los niños desarrollan una neurodermitis, una enfermedad de la piel ... una picazón constante. Es muy extraño. Lo descubrí por azar. Si hay reconciliación entre las dos esposas, la neurodermitis sana o se alivia. Esto muestra que en realidad muchas enfermedades se deben a la conciencia familiar. Así, haciendo este trabajo se puede ayudar a mucha gente, para que lleven una vida de mejor calidad.

¿Son también aplicables sus métodos terapéuticos con personas con enfermedades graves?
Sí, especialmente en los casos en que los problemas o enfermedades son causados por implicaciones sistémicas o cuando ésta es a lo menos una causa contribuyente.

¿Cuáles son los síntomas que responden mejor a esta psicoterapia sistémica?
Hemos visto que algunas enfermedades muy desafiantes para la vida de las personas, por ejemplo, el cáncer, también tienen causas sistémicas. El contexto sistémico se muestra en la dinámica de: "Yo te sigo"; esto significa que una persona quiere seguir a otro miembro de la familia que está enfermo o muerto, cayendo enfermo o buscando morir él también. O un niño que ve a alguien de su familia con la tendencia a seguir a otra persona de esta manera, y trata de retenerlo diciendo: "Es mejor que yo me vaya en tu lugar." A todo esto se suma el deseo de expiar o compensar una suerte, buscando a su vez un destino similar. Conociendo estas dinámicas fundamentales, es posible despojarlas de su poder y aliviar mucho sufrimiento y dolor.
Otros síntomas están relacionados con un movimiento interrumpido hacia uno de los padres. Tal es el caso, por ejemplo, de dolores cardíacos o dolores de cabeza, que con frecuencia expresan un amor refrenado, y los dolores de espalda se desarrollan muchas veces cuando una persona rehúsa inclinarse profundamente en respeto a su padre o madre.

Usted también ha observado que hay dinámicas que conducen recurrentemente a accidentes o patrones de mala fortuna. ¿Nos puede contar sobre la dinámica en tales casos?
Enfermedades serias, suicidios o intentos de suicidio, o accidentes son algunas de las cosas que vemos con frecuencia en psicoterapia y que son motivadas por el amor –el amor de un niño pequeño. Los niños aman según un sistema de creencias mágico. Para el niño, amor significa: "Dondequiera tú guíes, yo te seguiré. Lo que tú hagas, yo haré," o "Te amo tanto que quiero estar contigo siempre." Esto es: "Te seguiré en tu enfermedad" y "Te seguiré a tu muerte." Cuando quiera alguien ama de esta manera, él o ella es naturalmente vulnerable y propensa a contraer una enfermedad grave.

¿Pero cómo puede sentirse la persona que es amada de esta forma? ¿Cómo puede sentirse al ver que su enfermedad o su muerte está causando que un niño se enferme? ¿Cómo se sentirá? Mal, ¿no es cierto? ¡Exactamente! En las constelaciones, observamos invariablemente que los fallecidos, los enfermos, y quienes han sufrido una suerte difícil, desean que a los sobrevivientes les vaya bien. Una muerte, desgracia o mala fortuna es suficiente. Los muertos están bien dispuestos hacia los vivos. No es sólo el niño quien ama, sino también quienes han sufrido y han muerto. Para que la curación sistémica pueda tener éxito, el niño debe reconocer el amor de su pariente muerto y debe honrar su suerte o destino.

No me queda claro qué significa cuando dice, "reconocer su amor y honrar su suerte."
Cuando un niño muere, los otros miembros de la familia tienden a tener miedo -en parte, porque ellos también, quizás inconscientemente, sienten la clase de amor que los hace querer seguir al niño. Para contener su miedo, ellos adormecen sus sentimientos En efecto, apartan al niño de sus corazones y de su alma. Puede que hablen del niño, pero se han separado o han acallado sus sentimientos. Entonces, aún cuando el niño está muerto, él o ella todavía tiene una influencia mortal sobre el sistema familiar: la muerte de los sentimientos. Para que el amor prospere, el niño debe tener un lugar en la familia, tal como si él o ella estuviera viviendo. Los miembros sobrevivientes de la familia deben vivir sus sentimientos por el niño, y su pena y su duelo. Pueden poner una foto del niño, o plantar un árbol en su memoria. Pero la cosa más importante es que los sobrevivientes lleven al fallecido con ellos a su vida, y permitan que su amor por el niño viva.
Mucha gente actúa como si los muertos se hubieran ido. ¿Pero dónde pueden ir? Obviamente, están físicamente ausentes, pero también siguen presentes en sus efectos continuos sobre los vivos. Cuando tienen un lugar apropiado dentro de la familia, las personas fallecidas tienen un efecto amistoso. De otra manera causan ansiedad. Cuando se les da un lugar apropiado, ellos apoyan a los vivos en su vida en vez de apoyarlos en la ilusión de que deberían morir.

¿Y qué ocurre con el SIDA?
Estar infectado con el virus o contraer Sida no es una dinámica familiar, no directamente. Por supuesto, la gente que contrae SIDA son en su mayoría homosexuales, y la homosexualidad es una dinámica familiar. Si vuelvo al ejemplo anterior, si hubo un infante que murió temprano y era una niña, y luego en la familia hay sólo niños varones, entonces uno de los niños tiene que representar a una niña. Ahora, esto conduce a la homosexualidad, si un hombre tiene que representar a una mujer en una familia. Pero cuando hay SIDA, el asunto principal es que enfrenten su destino y suerte. Por lo que he visto, ellos normalmente no se hacen ninguna ilusión, es fácil trabajar con ellos.
Respecto de la homosexualidad, primero quisiera decir unas cuantas cosas generales acerca del punto de vista sistémico. Cada persona es parte integrante del sistema relacional en el que vive, y cada persona tiene un mismo valor para el funcionamiento de ese sistema, es decir, cada miembro del sistema familiar es esencial en su importancia.

Las diferencias en un sistema social permiten que éste sea más duradero y estable. Existe una conciencia de grupo que excluye a algunos miembros del grupo por ser diferentes, pero actúa a un nivel diferente que la conciencia sistémica que vela por el derecho de todo miembro de formar parte del sistema familiar. El hecho de que alguien sea excluido por ser diferente, tiene consecuencias muy serias para los miembros más jóvenes de una familia. He visto muchos casos en los que una persona más joven sufría terriblemente porque estaba identificada con un familiar mayor, que había sido excluido de la familia por ser homosexual. Los homosexuales son miembros de la familia y como tales deben ser reconocidos y valorados. De lo contrario, se hiere el amor. Este reconocimiento fundamental de la dignidad intrínseca y del valor de toda persona permite mirar las diferencias abiertamente.
Partiendo de esta base, se presenta un hecho inevitable para las parejas homosexuales: su amor no puede llevarlos a tener hijos. La procreación exige la heterosexualidad, y este hecho no puede ignorarse como si no existiera ni tuviera consecuencias. En cualquier relación de pareja sin hijos la separación significa menos culpa, es decir, se trata de dos personas que sólo se hieren mutuamente. En cambio, si una pareja de padres se separa, este paso tiene consecuencias graves para sus hijos, por lo que se les exige mucha cautela para que sus hijos no sufran por lo que ellos hacen. Esta culpa adicional hace más difícil la separación para los padres, pero, paradójicamente, también sirve de apoyo para su relación. Las parejas sin hijos, entre ellas también las parejas homosexuales, no pueden contar con el apoyo de estas consecuencias para mantenerlos juntos en tiempos de crisis.
Para parejas homosexuales, al igual que para otras parejas sin hijos, interesadas en una relación duradera y de amor, es especialmente importante tomar decisiones claras y conscientes acerca de los fines e intenciones de sus relaciones. Algunas metas son más probables de llevar a una estabilidad duradera en una relación que otras. El querer evitar la soledad o la sensación de vacío, por ejemplo, no es ninguna meta que pueda apoyar una relación duradera entre iguales.
Cada persona tiene su propio camino en la vida, una parte se elige, pero la otra simplemente viene dada por la vida misma, sin que pueda elegirse realmente. Ésta es la parte difícil de manejar. Las personas homosexuales con las que yo he trabajado, incluso aquéllas convencidas de que ellas eligieron libremente su orientación sexual, estaban cogidas en dinámicas sistémicas, experimentando en sus vidas las consecuencias de lo que otros en su sistema hicieron o sufrieron. Estaban cogidos al servicio de su sistema, y de niños no pudieron defenderse contra la presión sistémica a la que estaban expuestos. Por tanto, éste es para ellos el segundo asunto a tratar: ellos llevan algo por la familia.
Yo no veo la homosexualidad como algo que tenga que cambiarse, y siempre que trabajo con personas homosexuales, la homosexualidad no es el tema primordial. Simplemente intento sacar a la luz cualquier tipo de implicaciones que podría estar limitando la plenitud de la vida, pero no tengo ninguna intención de cambiar la orientación sexual de nadie.

¿Qué tipo de implicaciones ha observado en su trabajo con homosexuales?
He podido observar tres patrones de implicaciones sistémicas:
Un niño es presionado a representar a una persona del sexo opuesto en el sistema porque no hay ningún niño del mismo sexo a disposición. Así, por ejemplo, un niño tuvo que asumir el papel de su hermana mayor muerta, porque no había ninguna niña entre los demás hijos supervivientes. O el caso de otro hijo que tuvo que representar a la primera novia de su padre, que había sido tratada injustamente. Éste es el patrón más doloroso y difícil que he podido observar.
Un hijo siente la presión de representar a alguien que fue excluido del sistema familiar o que fue difamado por el sistema, incluso si la persona en cuestión es del mismo sexo. Homosexuales que viven en este patrón tienen la posición de "marginados". Así, por ejemplo, un niño que era tratado como el primer novio de la madre que contrajo sífilis y, a continuación, rompió el compromiso. Aunque aquel novio había actuado honradamente, había sido menospreciado y desdeñado por la madre del niño. Los sentimientos del hijo, la sensación de ser despreciado, eran muy similares a lo que aquel novio debió de sentir, como si fueran sus propios sentimientos.
Un hijo que quedó cogido en la esfera de la madre, o una hija que no salió del ámbito de influencia del padre, ambos incapaces de llevar a término el gesto interior de tomar a aquél de sus padres que pertenece a su mismo sexo.

¿Cuál es la dinámica que ha observado al trabajar con adictos?
Cuando hay adicción, por ejemplo alcoholismo, tenemos constelaciones muy extrañas. En tales familias, la esposa desprecia a su esposo. Y no quiere que los hijos honren a su marido o que vayan con él o con su familia. Ella dice: “Yo soy buena para ustedes, él no es bueno”. Y entonces los hijos se vengan de la madre, le prueban a ella que no son buenos y que ella está en un error. Por tanto se vengan. Así se ha tornado claro que durante la adicción, sólo los hombres se pueden hacer cargo del cuidado de un adicto, no las mujeres. Los terapeutas de los drogadictos deberían ser hombres. Pero las mujeres que honran a los hombres, también pueden ayudar, sólo si no están intentando ayudar “al pobrecito adicto” o algo por el estilo, porque entonces los tratan como si fueran niños, y el drogadicto tiene que convertirse en un hombre. Y se transforma en un hombre cuando honra a su padre. Hay una imagen muy simple para ir en esta dirección: por ejemplo, pongo a su padre –en una Constelación- y tras él sitúo a su abuelo, y detrás de él al bisabuelo. Y luego, el adicto se apoya contra su padre y esa es una fuerza masculina que lo fortalece y que ayuda.
Pero por otra parte, muchos adictos son suicidas, y ésta es otra dinámica, una que se encuentra en familias que son dirigidas por la conciencia familiar hacia algunas dinámicas básicas:
Un niño quiere seguir a una persona fallecida, por ejemplo a la madre o al padre,... él desarrolla una enfermedad, es propenso a accidentes o a tendencias suicidas.

Un niño ve que su padre quiere seguir a su propio padre, y dice: “Yo lo haré en tu lugar Papá”, y se convierte en anoréxico... “Yo prefiero desaparecer”... quiere evitar que su padre muera.
Esto es un pensamiento mágico y completamente inconsciente. Sólo en la Constelación Familiar se trae a luz, entonces puede ser expuesto y podemos encontrar una solución dentro de la familia.

¿Cuántas veces hay que repetir una Constelación?
No hay repeticiones. Se hace sólo una vez. La Constelación lo muestra y entonces el movimiento sanador puede comenzar a operar. Pero no es tan fácil, porque si, por ejemplo, un niño quiere morir en lugar de su padre, se siente inocente y grande, pero si sigue a la solución... se siente pequeño y culpable de una manera muy especial... Por tanto, se requiere de un desarrollo especial en el alma de ese niño para que dé estos pasos. Así, no es que uno pueda hacer una cura o encontrar una solución de la misma manera que uno repara un reloj. Tenemos que apoyar el alma y encontrar recursos en la familia para el cliente.

¿Qué leyes gobiernan el comportamiento de aquellos que pertenecen al alma de la familia?
Como dije antes, los miembros de la familia se comportan como si compartieran un alma en común, o una conciencia en común, y como si todos estuvieran sujetos a una autoridad superior. Incluso parece que esta autoridad sigue ciertas leyes y exige o demanda ciertas acciones:
El Amor Más Grande
El primer fenómeno que observamos aquí es que los miembros de la familia están vinculados estrechamente por esta alma mayor, o alma familiar compartida. Esto es verdad incluso al punto de que un niño, cuya madre o padre muere cuando él es de temprana edad, siente el anhelo de seguirlos a la muerte. Incluso padres o abuelos en ocasiones quieren seguir a sus niños a la muerte, y podemos observar esta dinámica incluso entre los miembros de una pareja. Si uno muere, con frecuencia el otro pierde el deseo de vivir.
Equilibrio y Compensación
El segundo fenómeno que notamos, es que hay una urgencia de equilibrar pérdidas y ganancias entre generaciones. Esto significa que alguien que ha sacado provecho a expensas de otro, pagará por ello con una pérdida equivalente para compensarlo. Si aquéllos que se beneficiaron fueron también los perpetradores, sus descendientes son los que con frecuencia terminan pagando. El alma familiar se sirve de ellos en lugar de sus ancestros, sin que nadie se percate. Y si alguien fue culpable en una generación anterior, pero no hizo frente a su culpa, luego alguien en una generación posterior asumirá la expiación de esa culpa. Así, por ejemplo, se matará. Hemos visto eso con los asesinos Nazis. Y muchos de sus descendientes dos o tres generaciones después tienen tendencia a ser suicidas y quieren reparar aquello.
El Orden de Precedencia
En otras palabras, el alma familiar favorece a aquellos que vinieron primero sobre aquellos que vienen después. Esto representa un tercer movimiento u orden natural en el alma familiar. Alguien que nace está preparado para morir por alguien que vino antes en el sistema, sacrificando su propia vida en un intento de evitar la muerte de otro miembro de la familia. O, el miembro posterior de la familia puede estar expiando por la culpa no resuelta de alguien que vino antes. Una hija puede estar representando a la esposa anterior de su padre, y comportarse hacia él más como una pareja que como su hija. En tal caso, ella se convierte en rival de su madre. Si a la primera esposa se la trató mal, la hija puede asumir los sentimientos de esa mujer hacia sus dos padres.
Integridad
El cuarto orden del alma familiar vela por la integridad de la familia y exige que cada miembro de ella tenga el mismo derecho a la pertenencia. Miembros posteriores de la familia representan a miembros anteriores que fueron excluidos u olvidados, honrando así su derecho a la pertenencia, y restaurando su pertenencia haciendo lugar para ellos. Cuando quiera se excluye o se olvida a un miembro, entonces esta clase de conciencia o alma toma a alguien de una generación posterior para reparar a la persona precedente. Y esta persona actúa como la otra persona en su vida.
Éste es sólo un resumen breve de algunos movimientos del alma familiar y sus órdenes subyacentes. Mis libros “Felicidad Dual” (Ed. Herder, Barcelona, 1999) y “Reconocer lo que es” (pronto en español) tratan sobre esto en forma extensa.

¿Qué tipo de soluciones se pueden encontrar para un cliente? ¿Qué constituye el enfoque fenomenológico aquí?
El campo de visión fenomenológico va desde un punto de vista estrecho a una percepción amplia, se extiende desde lo próximo, o a mano, hasta vistas distantes. Esto significa que en vez de mirar sólo al cliente, el terapeuta también mira a toda la familia, y en lugar de mirar sólo al cliente y su familia, mira más allá de ellos, a un campo de fenómenos mayor y al alma mayor que contiene todo ello. Un individuo y su familia están unidos por un campo mayor y están afectados por las fuerzas de un alma común mayor, que parece guiarlos y dirigirlos. Mas aún, parece claro que un problema sólo puede ser comprendido cabalmente, y que sólo pueden emerger soluciones, en el contexto de una visión más amplia.
Si espero ser de ayuda para el alma del cliente, debo ver a su alma siendo guiada por el alma familiar. Pero si sólo miro al cliente y su familia, puedo reconocer qué fue lo que conduzco a implicaciones sistémicas, pero la solución no se presenta, hasta que haya hecho la conexión con esas fuerzas y dimensiones del alma que están por sobre el individuo y su familia. Esas dimensiones están más allá de nuestra influencia. Nosotros podemos meramente permanecer abiertos y receptivos en relación a ella. Cuando nos enfocamos en lo esencial durante una constelación, esta alma mayor puede esclarecer una imagen sanadora potencial, o una frase, o posiblemente el próximo paso. El terapeuta se hace meramente disponible para ser tocado por esta alma mayor, al refrenarse de cualquier dirección de su parte, y permanecer profundamente humilde hacia todo aquello que teme, incluso frente al miedo de fracasar. Entonces, repentinamente, una imagen, una palabra, o una frase puede emerger, guiándolo al próximo paso. Pero será siempre un paso hacia la oscuridad y lo desconocido. Sólo al final quedará claro si este paso fue apropiado o si ayudo efectivamente. Al adoptar una postura fenomenológica entramos en contacto con estas dimensiones del alma, y esto se logra con más facilidad no-haciendo que haciendo.
La presencia focalizada del propio terapeuta ayuda al cliente a adoptar él también la actitud fenomenológica, y a recibir los esclarecimientos y fortalezas que ofrece. Con frecuencia el cliente no puede soportar lo que le está siendo revelado y se cierra en contra de ello. El terapeuta consiente incluso ante eso. El terapeuta no permite dejarse atrapar por el destino embrollado del cliente y su familia. Esto podrá parecer frío o duro de corazón. Pero nuestra experiencia ha mostrado que, tanto para el cliente como para el terapeuta, los esclarecimientos obtenidos de cualquier otra manera, permanecen incompletos y tentativos.

¿Nos puede dar ejemplos de aquellos cuyo infortunio o muerte trajo a la familia una ventaja o una ganancia?
En constelaciones con descendientes de quienes han adquirido una gran fortuna, han sido notables los destinos difíciles de los nietos y los bisnietos, que no pueden explicarse por eventos sólo en la familia. Después que se han agregado representantes para la gente que ha sufrido a través de la adquisición de tales riquezas, se tornó aparente que su sacrificio continuaba teniendo efectos en la familia durante varias generaciones.
Es el mismo caso cuando, por ejemplo, ha habido trabajadores que han muerto durante la construcción de los ferrocarriles o en la producción de petróleo, y cuya contribución a la prosperidad de sus empleadores no fue reconocida ni honrada.

¿Qué si un miembro de la familia fue asesinado?
Daré un ejemplo. Fue en un grupo de supervisión. Un terapeuta presentó la situación de un cliente. El padre había dado muerte a su esposa, las hijas quedaron y están ahora al cuidado de la hermana de la esposa. Y las dos niñas están muy alteradas. Configuré al hombre, la mujer, la hermana y las dos niñas. La mujer inmediatamente sintió mucho miedo. Se volvió hacia su hermana en busca de protección. El hombre se movió alejándose. Quería irse. De hecho, él se mató luego de matar a su esposa. Así que tuve que hacer que enfrentaran el verdadero asunto. Traje a la esposa e hice que se tendiera en el suelo para mostrar que ella no está viva, ella está muerta ahora, así que no puede simplemente ir donde su hermana para que la proteja ya más. Así reestablecí la realidad en este aspecto. Luego traje al hombre de vuelta para que mirara a su esposa. Y la miró y no podía moverse. Entonces hice que respirara profundamente y repentinamente salió de él. Un dolor muy, muy profundo. Un tremendo dolor. Y entonces cayó sobre sus rodillas y miró a su esposa y se puso a llorar. Entonces, sólo entonces, pudo mirar realmente a su esposa. Y luego hice que se tendiera junto a su esposa, porque esa era la realidad. Él también estaba muerto. Y entonces los dos, ambos, se movieron juntándose con un muy, pero muy profundo amor. Eso es lo extraño, que luego de eso quedaron unidos en un profundo amor. De esto concluyó, y he tenido experiencias similares con otras constelaciones aún más traumáticas, que a fin de cuentas, si ambos se reconocen como muertos, entonces los muertos... se unen. Extraño movimiento, que aquellos que están muertos se unan, se entrelacen uno con el otro, y lleguen a la paz con un amor muy, muy profundo.
Ahora, este movimiento, a mi parecer, sólo es posible si los perpetradores y las víctimas, quienquiera que sean, están al servicio de una rabia falsa que va más allá de ellos, mucho más allá de ellos. Y sólo si todos ellos miran a esta fuerza mayor, entonces los antagonismos entre ellos pueden cesar y se inclinan con mucha humildad en el alma ante esta fuerza mayor. Y lo que une a todos ellos lo llamo la Gran Alma y no tengo un nombre mejor para esto, y esto va más allá de la noción de campos morfogenéticos, que se utiliza a veces para explicar los fenómenos de repetición de patrones o formas en el tiempo y el espacio, porque los campos están fijos. El alma es algo que se mueve, dirige el curso de la historia y de la vida personal. Y en esta alma nosotros participamos. Y en vez de ver al individuo como teniendo un alma, él participa en un alma.
Esta alma tiene varios niveles. En la superficie hay un nivel de leyes muy duras. Y por debajo hay algo muy diferente. Por ejemplo, puedo configurar una familia, dos personas, y no sé nada, y de repente, ellos son atraídos por una fuerza y enfrentan el asunto verdadero, y esta fuerza los dirige hacia una solución, que va más allá de las leyes que operan en la superficie. Si podemos tomar esa fuerza, tomamos la fuerza sanadora.
Pero quizás una cosa más sobre la constelación del hombre que mató a su esposa y luego se suicidó. Las dos hijas se encontraban muy alteradas. Una estaba llena de odio. Fue sumamente claro, ella iba camino a devenir una asesina con ese odio.
Ésa fue hacia su padre, quería ir hacia su padre. Y la otra estaba muy alterada en un sentido diferente. Ella quería devenir víctima. Hice que se tendieran junto a sus padres. Entonces estaban unidas a ellos, luego pudieron ponerse de pie; ya no más con odio, no más con desesperación, y pudieron dar la espalda a los muertos, dejarlos solos y mirar a la vida. Ésa también fue una solución ahí.

¿Qué sucede cuando un miembro de la familia deviene un victimario o perpetrador?
Con respecto a perpetradores y víctimas, los asesinos se sienten grandes con frecuencia, muy fuertes cuando se enfrentan a sus víctimas. Y entonces en sus familias el más débil asume la expiación. En la constelación, cuando son enfrentados con las víctimas, las víctimas devienen muy muy grandes, y los asesinos muy muy pequeños. Y así hay un cierto tipo de compensación que se logra en eso, a ese nivel. Y entonces los vivos ya no están más involucrados, si eso ocurre. Éste es un tipo de ritual de sanación.
Hemos visto que lo que causa perturbaciones es que los vivos asuman ellos algo que sólo los muertos entre ellos pueden lograr. Así, el movimiento sanador sería que los vivos miraran a los muertos, dejaran que hagan su movimiento, los miraran una vez más, luego se dieran la vuelta y miraran al futuro. Ése sería el movimiento que va a otro nivel. Así, la interferencia en el dominio de los muertos causa perturbaciones a los vivos.
En muchas constelaciones que involucran a descendientes de asesinos, por ejemplo a los perpetradores durante el Régimen Nazi, fue claro que los nietos y los bisnietos querían tenderse junto a las víctimas, lo que implica un peligro muy grande de tendencias suicidas. La solución fue similar para ambos grupos. Las víctimas deben ser vistas y reconocidas por todos los miembros de la familia, que necesitan inclinarse ante ellos y hacer el duelo por ellos. Después, aquéllos que originalmente se beneficiaron, así como los perpetradores, tienen que tenderse junto a las víctimas, y los demás miembros de la familia deben dejarlos ir hacia esos dominios. Sólo entonces los descendientes se sentirán aliviados. Y quizás los vivos se mirarán unos a los otros de una manera diferente.

¿Qué ocurre cuando la gente se ve involucrada en guerras civiles o situaciones semejantes?
Una observación reciente que he hecho en las constelaciones familiares, y que puede tener efectos en eventos históricos muy duros, es permitir que las víctimas muertas y los perpetradores muertos se enfrenten unos a los otros – y en las constelaciones familiares podemos configurar una manera en que esto es posible – entonces no se necesita ninguna intervención externa. Habrá un movimiento que los llevará a juntarse entre todos, y todo lo que era considerado injusto por parte de los vivos, o que requiere expiación, no se aplica a los muertos. Ellos se reúnen a un nivel en que son realmente uno.
Vimos estas dinámicas en las constelaciones configuradas en nuestros seminarios recientes en España, Brasil, y el que acabamos de finalizar en Santiago de Chile. También en Argentina, en relación con las llamadas “Madres de la Plaza de Mayo”. En Santiago, usted vio la constelación configurada para la hija de un dirigente sindical que “desapareció”. Luego que ella dijo que los desaparecidos o muertos como su hermano habían sido más de 1.500, le pedí que escogiera a un representante para su padre y a cinco hombres para representar a todas las víctimas, a un representante para el jefe de los perpetradores y a cinco hombres para representar a todos los victimarios. Entonces situé a cada grupo en un semicírculo enfrentando un grupo al otro, y vimos, sin decir nosotros una palabra, cuánto dolor hay entre las víctimas desaparecidas y asesinadas, y el movimiento –que duró unos veinte minutos- que los llevó hacia sus perpetradores, a enfrentarlos y después a desplomarse y quedar tendidos entremezclados junto a los perpetradores también tendidos, todos muertos en paz. El último movimiento fue notable ya que el jefe de los victimarios, una vez tendido en el suelo, se movió y se ubicó con sus pies tocando los del líder de las víctimas, y ahí permaneció quieto en paz.
En situaciones colectivas en que ha habido implicaciones sistémicas graves que involucran una culpa y un sufrimiento muy grandes, el trabajo con Constelaciones puede ser un vehículo muy conmovedor y una herramienta poderosa para el cambio hacia una reconciliación.

¿En qué otras áreas se pueden aplicar su método sistémico?
Hay ahora una tendencia a que extendamos el campo en un sentido más amplio que el de la psicoterapia para incluir muchas otras áreas, porque parece que en ellas lo que llamo los órdenes del amor –que llevan a embrollos- pueden ser aplicados de manera que conduzcan a encontrar soluciones. Como por ejemplo el trabajo que hemos hecho en cárceles. Estuvimos en Londres el año pasado y trabajamos en tres cárceles; fue muy sorprendente ver que el trabajo fue recibido en forma muy positiva por los presos. En Alemania hay ahora investigaciones sobre cómo aplicar este trabajo en las cárceles. Mi sugerencia fue que primero trabajáramos con los asesinos y sus víctimas, porque ese parece ser el caso extremo y muestra las leyes de manera más clara. Pienso que si podemos obtener de ellos formas de resolver estos asuntos difíciles, entonces se puede extender el trabajo con mayor facilidad hacia otros campos.
Otro campo son los colegios. Los profesores pueden hacer esto, aplicarlo sin ser psicoterapeutas. O en el trabajo social se puede aplicar fácilmente. Y para encontrar soluciones para las dificultades relacionales también, en las organizaciones de todo tipo, como lo hicimos en el taller con empresarios y ejecutivos de empresas, aquí en Santiago el 2 de septiembre. Así que queremos ir más allá del ámbito de la psicoterapia y aplicar el método en un área más amplia. Y pienso que eso está muy en armonía con lo que tú quieres lograr.
He visto que una Tercera Conferencia Internacional sobre Constelaciones Familiares va a tener lugar en Alemania en mayo del año 2001. ¿Cuál va a ser su foco principal?
Su foco principal va a ser las perspectivas de solución en conflictos étnicos. Conflictos en las familias y en las comunidades causadas por diferencias de religión, cultura, e historia compartida; sus consecuencias en el inconsciente del individuo, la familia y la nación; la transmisión transgeneracional de éstas consecuencias; intentos de solución que pueden promover el establecimiento de un puente entre las decisiones políticas y las terapéuticas. Estos aspectos serán explorados exhaustivamente a través de ponencias y talleres. Desde distintas naciones se presentarán proyectos “psico-políticos” que han probado ser exitosos.

Humberto del Pozo: Gracias, querido profesor, por la oportunidad de una conversación tan conmovedora y enriquecedora.

Bert Hellinger: Ésas fueron buenas preguntas... me vi forzado a revelar muchos secretos. Mi placer.

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