Luna nueva en aries :: abril 2015
Mañana la Luna nueva en Aries abre el nuevo ciclo lunar del 2015. Para quienes siguen el camino y la instrucción de nuestra abuela Luna este es un momento vital en la rueda del año. Cerramos un ciclo de trece lunas y comenzamos una nueva rueda en la espiral del tiempo. Aries es el primer signo del Zodiaco, signo de fuego, de iniciativa, de energía yang. Lo mueve la valentía y el coraje del guerrero, la fuerza y el poder del nacimiento, la inocencia y entusiasmo del primer paso.
Mañana, y los tres días que siguen a la Luna nueva, son un tiempo propicio para presentarnos al Universo, para dar un paso, para ser valientes y nombrar nuestro deseo. ¿cómo nos queremos sentir? ¿cómo queremos caminar estas próximas trece Lunas nuevas? ¿qué propósito guía nuestro camino? ¿qué semillas sembramos para nuestra vida? En el umbral de la Luna nueva, unos días y horas antes del encuentro del Sol y la Luna, emergen de las sombras y las voces de nuestros fantasmas, la cara del miedo, el hechizo de lo reprimido en nosotros. La Luna oscura, ese momento en que la Luna está vacía de luz y en el que todavía no ha sido inseminada por el Sol, es un pasaje de poder. Ahora unas horas antes de la Luna es bueno momento para exorcizar algunos fantasmas , hacer vacío, mirar de frente la voz de nuestra negación, la cara de la prohibición al disfrute, a la libertad, a la abundancia y el bienestar.
Es un tiempo de escuchar las voces que nos niegan la libertad de crear nuestra vida como una obra de arte. Esas resistencias a dar un salto, a decir “basta ya” en donde no queremos estar, y a decir “si quiero” a lo que queremos crear y sentir. Entre mañana y el Lunes tenemos tiempo para crear una visión para nuestro camino, de comprometernos con un propósito ¿qué necesitamos? ¿qué nos pide el alma? ¿qué dice el amor en nosotros? ¿qué nos dice el tiempo? ¿qué nos dice nuestra libertad? ¿cuál es la invitación a nacer? ¿qué nuevo paso podemos dar? ¿en qué área de nuestra vida precisamos valentía?
Valentía para ser auténticos. Valentía para soltar las máscaras y personajes que nos alejan de nuestra esencia. Valentía de alejarnos de lo que no nos hace bien. Valentía de comprometernos con el Amor. Valentía de ser sinceros. Valentía de soltar una adicción. Valentía de expresarnos, de hablar, de nombrar. Valentía de ser. Valentía para amar.
El movimiento de Aries siempre implica una separación. Es un signo de individuación. Para nacer, para ser el primero, Aries se separa del Gran Útero de la creación, se atreve a soltar a la Gran Madre Cósmica. Esto requiere el poder de una fiera, la voluntad de crecer, porque lo que nos tira hacia atrás, lo que nos detiene en este impulso vital es muy poderoso. Llamémoslo condicionamiento, creencia, lealtad, miedo, duda o apego lo que buscamos es encontrar esa parte de nosotros que no nos quiere ver cambiar, que no quiere que nos movamos. Esa parte de nosotros que sabotea nuestros proyectos y sueños, que se resiste y bloquea la energía vital y creativa que nos habla desde el espíritu, que se quiere expresar desde nuestra alma.
Este es un buen momento para ver en qué área de nuestra vida estamos todavía aferrados a patrones infantiles de apego a lo familiar. En qué áreas no salimos de nuestra zona cómoda, conocida, la casa de mamá. Para ir hacia delante, para caminar una vida libre y plena nos tenemos que separar de una creencia, de una situación, de una parte de nosotros mismos, de algo o alguien, que no nos deja crecer. Un pedazo del pasado se desprende y nos puede doler. La espada de Aries no solo abre el camino, los nuevos territorios, sino que corta las amarras y nos separa del yugo del pasado. Este es un buen momento para decir adiós. Para dar las gracias y para despedirnos de lo que ya no nos hace falta. Ya lo vimos, ya lo conocemos, ya sabemos. Solo hay que dar un paso, un sí quiero crecer, un sí quiero caminar un nuevo territorio, un sí quiero más autenticidad, más vitalidad, más creatividad. Es ahora, con confianza, y si hay que cerrar los ojos antes de saltar, lo hacemos. Pero no dejemos de saltar. Este es el salto cuántico que podemos dar una vez al año, justo con esta Luna. Es el salto que el que dejamos de repetir, para evolucionar. Es lo que nos saca de la rueda fija y nos abre la puerta a la espiral.
Solo hay que decir que sí a la vida, decir que sí a la integridad, decir que sí al amor, a la verdad, con total entrega. Es en esta entrega que una parte de nosotros muere y otra se abre para expresarse y nacer. Después veremos Luna a Luna cómo esta semilla afirmativa despliega sus potencialidades y nos ofrece sus cosechas.
Feliz Luna nueva!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco el comentario.