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domingo, 20 de septiembre de 2009

Sanar la hiperhidrolisis - Expresar las emociones

, crear nuevos canales para Septiembre 20, 2009


Archivado en: Conversamos para sanar — planocreativo @ 2:47 pm

Empecemos por preguntarnos, ¿qué es la sudoración?

La sudoración es un líquido salado producido por las glándulas sudoríparas cuya función es la de mantener estable la temperatura del organismo, a 37º C. El 95% de ese líquido está compuesto por agua, por tanto podemos pensar que existe una relación entre la sudoración y los problemas emocionales.

El líquido corporal es como una metáfora de nuestro ego emocional…
Podemos añadir que una persona nace con aproximadamente de dos a cuatro millones de estas glándulas, que se vuelven totalmente activas en la pubertad, siendo las mujeres superiores en número, que no en actividad, que es donde destacan los hombres.


¿Y el mecanismo por el que se produce?

La sudoración está controlada por diferentes sistemas neurológicos interrelacionados que van desde el hipotálamo hasta la médula espinal, los nervios periféricos y las glándulas sudoríparas, todos ellos interconectados por el sistema autónomo simpático.
¿Cuál es el mensaje profundo en los problemas de transpiración?

Las personas que transpiran demasiado y la que no lo hacen en absoluto tienen en común que sienten muchas emociones pero las reprimen por miedo…

¿Profundicemos un poco más sobre lo que nos hace sudar?

Desde el punto de vista psicológico el sistema nervioso simpático nos prepara para la acción y está asociado con la psicopercepción de un estímulo de carácter emocional. Por esta razón, aparte de producirse más sudor frente temperaturas altas o en respuesta al ejercicio físico, también se induce más transpiración en respuesta a situaciones que provocan reacciones de vergüenza, furia o temor. Cuando la sudoración excesiva afecta a manos, pies y axilas se denomina hiperhidrosis.


¿Y cuando el sudor va acompañado por el mal olor?

Podemos apuntar la hipótesis de que la persona guarda ira hacia sí misma. Está resentida por la cantidad de emociones negativas que ha tenido que acumular durante años, sintiendo que no tiene permiso para expresarlas ni para reconducirlas…


¿Es desagradable dar la mano a alguien y que nos empape de sudor?

Es más desagradable para el que sufre la hiperhidrosis, que para el que recibe el saludo. Sudar por las manos indica ansiedad anticipatoria, “¿qué va a pasar con este asunto que tengo entre manos?”


…¿y por los pies?

Indica angustia por la constricción del espacio. “Deseo ampliar mi territorio y no me dejan”.

La desorientación, el miedo, la angustia del alma también nos provoca transpirar en exceso…

Un episodio que narra Alejandro Jodorowsky

Cuando huí de México, llevándome en el automóvil todo el material de mi película “La Montaña Sagrada”, las autoridades me amenazaban con quemar los negativos si no accedía a cortar más del 40% de las imágenes, y me refugié en Nueva York donde realicé el montaje.

Comencé, por la angustia, a sudar durante la noche de tal modo que empapaba unas ocho camisetas. Esto me impedía dormir… Un amigo me dio la dirección de un médico en el barrio chino. Era un sabio que no sólo ejercía la medicina, sino también la música, la poesía y las artes marciales… Sus consultas eran gratuitas…

Me senté frente a él, me observó con sus ojos rasgados y, de pronto, me preguntó: “¿Cuál es su finalidad en la vida?… Me sorprendí. “No vengo a tener una conversación filosófica. Vengo a que usted me cure de esta incesante transpiración”

El anciano insistió: “Si usted no tiene una finalidad en la vida, no lo puedo curar”… Había tal claridad, tal bondad, tal desprendimiento en ese ser, que estuve a punto de llorar. Me oí responder: “Mi verdadera finalidad no es triunfar en el arte, sino en mí mismo: quiero llegar a crearme un alma, quiero obtener la conciencia suprema”…

“¿Para qué?”, me interrogó, sonriendo.

-Para trasmitirla. Nada para mí que no sea también para los otros.

Sólo entonces accedió a tomarme el pulso, a darme una lista de plantas chinas, frutas secas y semillas, que tuve que comprar en la farmacia del barrio. Debía dejarlas hervir y luego beber la infusión. Cesé de transpirar, cesaron mis angustias, supe que desde ese momento trataría de llegar a un arte capaz de curar.

Si el mundo va mal, no solo debemos hacer un arte que cure, sino también negocios que curen, edificios que curen, periódicos que curen, políticas que curen, filosofías que curen…

Mi finalidad temporal debe sumirse en la finalidad general, la de la raza humana.

Conoceremos todo el Universo. Viviremos tantos años como vive el Universo. Nos convertiremos en la consciencia del Universo. Lo mejoraremos…



El tomar consciencia de lo que se “cuece” en el inconsciente nos ayudará entonces a regularizar la transpiración…

Nuestras emociones reprimidas no nos sirven para nada, si aprendemos a expresarlas dejaremos de culparnos por sentirlas. Hay unas preguntas que nos debemos hacer si sufrimos hiperdrosis

-¿A qué le tengo tanto miedo que me hace sudar frío?

-¿De qué me estoy avergonzando?

-¿Qué carga sexual me está quemando para provocarme este sudor caliente?

-¿Qué sobreesfuerzo descomunal (inconsciente) estoy realizando?

- ¿Qué sacrificio por otra persona estoy haciendo que me hace “sudar sangre”?

-¿Qué me está excitando en exceso?

-¿Qué impurezas hay en mí, para que mi cuerpo esté intentando eliminarlas por el sudor?

-¿Estoy desorientado espiritualmente y eso hace que se pierda el “líquido del alma”?

-¿Estoy “asfixiado” en este territorio?

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